Noche de reyes.

Honor de caballería.

Ni los pájaros de Hitchcock.

Cuanto más oscura es la noche, más brillantes son las estrellas.

Millais, un niño prodigio.

Conoceos a vosotros mismos.

Astucia y hermosura.

Una mirada habla más que mil palabras.

La femme fatale por antonomasia.

La curiosidad nos jodió a todos.

El carpe diem de toda la vida.

Un fragmento de lo esencial.

Un cuadro decididamente romántico, como su autor.

Los amantes más famosos se dan un beso.

La sensualidad y el misterio del romanticismo caben en un capullo.

Rossetti retrata a Lizzie como la musa de Dante.

El poeta y caballero descubre a la diosa.

Una de esas historias medievales que nos encantan.

¿Cómo se puede ser tan realista y a la vez tan surrealista?

Un villancico pintado de colores cálidos para entrar en calor en la fría noche del solsticio de invierno.

Este cuadro nos da pistas sobre el interés del artista por temas esotéricos y relacionados con el ocultismo.

La hechicera envenena el agua de su odiada rival.

Tristán e Isolda están a punto de iniciar su trágica historia de amor.

Tras una orgía, las ménades duermen exhaustas.