Estampas de la Bretaña profunda.

Arcadia deportiva.

Propaganda nazi.

Tan abstracto que se pasa a figurativo.

¿Caballos voladores?

Oda al deporte soviético.

El circo del arte popular.

Materialidad aumentada de un elemento de la cultura pop juvenil.

El summum del rococó.

Asistimos a las trampas de unos tahures.

Retrato colectivo del equipo que arrasó en Tokio 1964.

Dos hombres luchan desnudos.

Escena clásica con la que Hayez afianza su academicismo.

Esta adivina parece algo aburrida.

El desnudo porvenir encerrado en un triste museo.

Los juguetes de su hijo Walter sirven de inspiración a August Macke para crear este pequeño y exquisito cuadro.

Juego de mesa que ilustra a los 12 enemigos de la clase obrera.

El universo de M.C. Escher puede aparecer en vuestras pantallas. Sólo tenéis que completar este puzzle.

Los tiempos cambiaron: Un partido de rugby como obra de arte.

Bellows plasma un momento clave en la historia del boxeo, y de paso se coló también en la historia del arte.

Para Man Ray, la vida (y por tanto el arte) eran un juego.

La publicidad de la Cataluña modernista.

Perros jugando al poker, tan conocidos que casi parece algo normal.

Munch se inspira en el ludópata ruso Dostoievski